Hablemos de qué es un clorador. El cloro es un elemento químico, con símbolo Cl, número atómico 17 y un peso atómico de 35.453 g/mol, el cual fue descubierto en el año de 1774 por Carl Wilhelm Scheele, químico farmacéutico, – destacado también por haber sido el protagonista en el descubrimiento del oxígeno-, aunque fue realmente Sir Humphry Davy, quien años más tarde, en 1810, lo nombrara “Cloro”, debido a que en griego “chloro” significa “amarillo-verdoso”.
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¿Qué es el cloro?
Como su nombre lo dice, el cloro en sí, es un gas de color amarillo-verdoso, que resulta extremadamente peligroso para los humanos, debido a que es un fuerte irritante para las vías respiratorias, que incluso puede resultar mortal. Aun así, el cloro se usa en diversas actividades y funciones, resultando de mucha utilidad, no sólo en las industrias sino en la vida cotidiana e incluso en la medicina, donde se utiliza con bastante frecuencia para la limpieza y desinfección de los espacios.
¿Cómo es el proceso de cloración?
Entre los múltiples usos que tiene el cloro, se encuentra el tratamiento de agua, aplicación en la que este elemento químico juega un papel muy importante. La cloración, como se le conoce comúnmente por ser un proceso simple y eficaz, es un método utilizado desde hace ya varias décadas, para llevar a cabo la desinfección del agua y así convertirla en agua potable, pues tiene la función de eliminar los microorganismos patógenos que hay en ella, hasta que estos sean casi imperceptibles, y por lo tanto no resulten dañinos para el ser humano ni para los animales o las plantas, que también hacen uso del líquido vital para su supervivencia.
El cloro se encuentra comúnmente en tres estados: sólido, líquido y gaseoso, y en cada uno de ellos es importante el uso de un clorador especializado, conocido también como hipoclorador, dosificador de cloro o clorinador, el cual ayudará a dosificarlo en la cantidad de suficiente para potabilizar el agua sin llegar a causar daños por exceso de dosis.
¿Cuáles son los estados del cloro?
En el caso del estado gaseoso, conocido como gas cloro, que como ya se mencionó en párrafos anteriores resulta ser el más tóxico y mortal, razón por la que las personas que trabajan con el deberán estar altamente capacitadas, además de contar con un equipo de cloración que contenga un sensor de fugas, para que estas sean detectadas a tiempo y evitar daños posteriores; el clorador especializado que se utiliza y que manejamos en ProdetecS es el de la marca Wallace and Tiernan, la cual es la marca pionera en la invención de este producto a nivel mundial, el cual ha sido reconocido como una de las invenciones más significativas del siglo XX, por ello sus años de experiencia en esta tecnología lo avalan, garantizando así calidad en sus equipos, además de contar también con el detector de fugas, y ofrecer al cliente un equipo más completo.
Otro de los estados en que encontramos al cloro, es el estado líquido, conocido también como hipoclorito de sodio, el cual se trata de un compuesto con fórmula química NaClO, de ligero color amarillento y con un olor característico, además entre sus múltiples propiedades se encuentra su rápida actividad antimicrobiana, fácil almacenamiento, transporte y uso, así como su bajo costo. Al igual que el gas cloro, el hipoclorito de sodio es letal para los microorganismos, y tiene la ventaja de dejar residual en el agua, para protegerla en caso de que exista un foco de infección posterior. El clorador que se utiliza en este caso es una bomba dosificadora de diafragma, en ProdetecS manejamos la marca LMI-Milton Roy, la cual es líder actualmente en el ámbito; esto ha sido avalado por profesionales del tratamiento de agua en el mundo, quienes reconocen a la marca por su excelencia y calidad en cada uno de sus productos.
Finalmente, el tercer estado físico en que encontramos al cloro, es en estado sólido, conocido comúnmente como hipoclorito de calcio o cal clorada. Al igual que el hipoclorito de sodio, es un compuesto cuya fórmula es Ca(ClO)2, reconocido también por su alta eficiencia contra microorganismos. A diferencia de los otros dos estados, tiene un color beige, aunque cuando se encuentra en una solución acuosa desprende un olor muy similar al del hipoclorito de sodio. Por su alto poder de antisepsia se utiliza como agente desinfectante de agua, principalmente en albercas, lo que lo hace que también sea llamado “cloro para piscinas”. Cabe mencionar que la manera más común de encontrarlo es al 70%, y por ser especial para fines de consumo humano, no resulta tóxico ni abrasivo, además de ser muy estable a cambios de temperatura, y además ser muy económico.
Qué es un clorador y sus beneficios
Para dosificar el hipoclorito de calcio, existe el clorador automático, el cual funciona sin la necesidad de energía eléctrica, lo cual es la principal ventaja que tienen este tipo de equipos, además de destacar también por su fácil instalación. Su principio es sencillo, se le depositan cierta cantidad de tabletas de hipoclorito de calcio, y conforme pasa el tiempo, este va liberando el cloro en medida de la capacidad máxima de agua que tenga la piscina donde está instalado. En ProdetecS manejamos cloradores automáticos de muy buena calidad y a precios muy competitivos, además de tener también las tabletas de hipoclorito de sodio.
Es importante mencionar que una vez clorada el agua, deberá manipularse de manera correcta para evitar volver a contaminarla. Entre las múltiples recomendaciones que existen para llevar a cabo esto, se encuentra principalmente su almacenamiento en recipientes y/o tanques limpios.
En conclusión
Finalmente, es importante mencionar, que existen estipulaciones sobre los efectos negativos del uso de cloro para el cuerpo humano, sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS), menciona que no hay estudios concluidos que demuestren estos efectos, siempre y cuando la dosis utilizada de cloro no sobrepase la indicada, ya que de lo contrario podrían aparecer diferentes síntomas de intoxicación al aspirarlo o ingerirlo, desde irritación en los ojos, nariz o garganta, dolor abdominal, vómito, irritación de la piel, quemaduras o hasta la muerte en casos más extremos. Por todo esto, es importante que las personas que lo vayan a manipular sean previamente capacitadas.