Las bombas dosificadoras son utilizadas en diversos entornos para la dosificación exacta de un medio, siendo el líquido el más común. Ya sea en industrias o laboratorios, es a través de una bomba dosificadora que se puede aplicar la cantidad necesaria de producto, por ejemplo, pegamentos, medicamentos o químicos, en determinados procesos en los que además de requerir precisión se necesita cierto nivel de automatización en algunas fases del proceso. Otras de las aplicaciones que tienen estos equipos es en la cría de animales para el suministro exacto de aditivos en alimentos, y en la agricultura para dosificar la cantidad de fertilizante o abono al terreno, y es precisamente a esta última aplicación a la que nos enfocaremos a hablar en esta ocasión.
En la actualidad es posible encontrar en el mercado una amplia gama de bombas para dosificar con capacidades, potencias y modos de funcionamiento particulares, pero todas tienen como finalidad hacer del procedimiento de dosificación una tarea sencilla y precisa, que además de contribuir a economizar tiempo, reduce los esfuerzos.
En términos generales, las bombas miden de forma constante en un tiempo determinado el mismo volumen de medio a suministrar, y como ya mencionamos, son de gran utilidad en entornos en los que se requiere exactitud y automatización en algunas fases de los procesos que desarrollan.
El uso de una bomba dosificadora es ampliamente recomendado para mejorar los resultados de los procesos y reducir las probabilidades de fallas e insuficiencias que usualmente son producidas por el factor humano. Estos equipos, al mismo tiempo permiten mejorar las condiciones de seguridad en el entorno en que se empleen, ya que evitan el contacto con los medios agresivos que llegan a utilizarse, como es el caso de las sustancias químicas que de no ser manejadas adecuadamente suponen un riesgo para el humano. Es por todo esto que se considera que implementar el uso de bombas dosificadoras es una excelente inversión que en poco tiempo se rentabiliza, pero para que esto sea posible es necesario que se elija la adecuada a partir de las necesidades específicas del entorno y proceso en que planean utilizarse.
En el entorno agrícola, esta clase de equipo es utilizado para la dosificación de abono con un sistema de aspersión que funciona por pivote central, a través del cual se pueden aplicar tanto fertilizantes como otros productos químicos, tales como fungicidas y plaguicidas de manera precisa cuando es necesario. Fueron los agricultores quienes con la experiencia y el conocimiento acumulado por siglos detectaron que la viabilidad de sus cultivos depende de la optimización de una serie de operaciones que requieren de un alto nivel de precisión, y para alcanzarla comenzaron a desarrollar diferentes técnicas que les permitieran satisfacer esta necesidad.
Tras constantes intentos de prueba y error y basándose en el ciclo agrícola, encontraron que era necesario proporcionar a las plantas en un momento muy específico de su desarrollo, los elementos necesarios para garantizar su viabilidad, o bien, en situaciones en que se presentan problemas de plagas, por mencionar un ejemplo. Pero conocer el tiempo en que deben suministrarse fertilizantes y productos químicos, como fungicidas, insecticidas y herbicidas al cultivo no era suficiente, también saber qué cantidad de producto necesitaba cada cultivo era fundamental y contar con los medios para realizar la aplicación exacta en el momento preciso.
Ahora bien, es importante considerar que de la adecuada dosificación de productos para la agricultura depende la viabilidad del cultivo no únicamente en términos de desarrollo y calidad del producto, sino también de la inversión en estos productos. El costo de fertilizantes naturaleza y de químicos para la agricultura se elevan constantemente, por lo que es fundamental administrar bien estos recursos y evitar malgastar el producto por errores de la aplicación es la diferencia entre una cosecha exitosa y una mala cosecha, razón por la que contar con una bomba dosificadora se ha vuelto una necesidad, principalmente en cultivos extensivos.
La planificación del momento para aplicar los fertilizantes y otros químicos es tan importante como determinar la mejor temporada para comenzar a sembrar, cuándo regar y en qué momento hacer la cosecha. Aunque también se debe considerar que la planificación puede verse alterada por factores naturales como heladas, lluvias, invasión de insectos, brotes de hierbas y hongos, entre otros que pueden estropear el cultivo.
Hablando específicamente de la aplicación de fertilizantes, al momento de planificación se recomienda que se apliquen cuando se empiece a sembrar y en determinados momentos del desarrollo de las plantas, siempre en las cantidades precisas, para lo que contar con una bomba dosificadora es lo ideal.
En el caso de la aplicación de herbicidas, estos productos por lo regular son de tipo post emergente, es decir, se aplican después de la emergencia del cultivo. Sin embargo, algunos tipos de herbicidas pueden aplicarse al suelo antes de que el cultivo entre en fase de germinación.
Por el lado de los fungicidas, estos productos se suministran tras la fase de emergencia, aunque también existen algunas fórmulas que pueden aplicarse antes de esta. Finalmente los insecticidas se aplican cuando el cultivo presenta indicios de infestación de insectos y deben elegirse según la especie que esté invadiendo el cultivo tomando en cuenta además su presentación, que puede ser líquida, emulsionante o en polvo.
Como ya mencionamos, es a través del sistema de riego que se aplican los productos químicos a los cultivos y la tecnología más común empleada son las bombas dosificadoras. Otra opción es emplear tubos de Venturi, con los que se inyectan los fertilizantes directamente al sistema de riego, y también existen otros sistemas que son más básicos, como el uso de fumigadoras tipo mochila para rociar los productos al cultivo. La eficiencia de estas tecnologías varía en cuanto a precisión, y en comparación con las otras, las bombas dosificadoras son las más rentables al permitir aplicar el producto en la dosis necesaria y en los intervalos requeridos.
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