Las pastillas de tricloro son una de las mejores maneras de mantener limpia y desinfectada el agua de un contenedor, como las piscinas o estanques; sin embargo no se trata del único método que se suele utilizar para desinfectar el agua, y si se combina con otros métodos no químicos se puede obtener mejores resultados.
Las pastillas de cloro, que están compuestas de tricloro o dicloro, son las más utilizadas en el mercado, por su gran efectividad, duración y precio, pero en muchas ocasiones son utilizadas en exceso y como un único método, por lo que pueden llegar a tener efectos secundarios en el agua.
Por ejemplo, el tricloro, al tener un pH, bajo puede reducir la alcalinidad total del agua, además de que se componen de alrededor de un 50 por ciento de ácido cianúrico, que es un acondicionador o estabilizador que termina por aumenta el nivel de ácido cianúrico en el agua.
Cuando se usan las tabletas de cloro con moderación funcionan muy bien y son un gran activo para mantener la piscina limpia y libre de bacterias, así como propicia la oxidación de ciertos elementos que pueden dañar el agua. Cuando las tabletas son la única fuente de cloro en una piscina, el agua se volverá ácida con el tiempo a mediano y largo plazo. El nivel de ácido cianúrico será tan alto que se volverá inmanejable y la única forma de disminuirlo será drenar el agua del contenedor y rellenarlo con agua fresca para diluirla.
Drenar los contenedores puede parecer que no es un gran problema, solo un poco de molestia, pero no es lo más recomendable por muchas razones, entre ellas que puede dañarse el contenedor debido al cambio en la presión hidrostática, o las condiciones de sobrecarga; el daño principal se detecta en las paredes de los contenedores; en caso de estar fabricados con materiales como el yeso o el concreto pueden producirse ampollas y daños muy serios que no puedan repararse, entre otros.
Además de los problemas anteriores de drenar los contenedores por tener altas concentraciones de ácido cianúrico, o porque su pH es muy bajo no es respetuoso con el medio ambiente, puesto que se estaría desperdiciando una gran cantidad de agua y verían un aumento significativo en los costos operativos de este sector.
El rango de pH ideal para una contenedor de agua utilizado para la industria, el comercio o los hogares, como pueden ser las piscinas, es de 7.4 a 7.6 y el nivel ideal de ácido debe ser de entre 80 a 120 ppm (partículas por millón). El equilibrio de pH aumenta naturalmente y el uso de tabletas de cloro ayuda a disminuir el pH y es un gran beneficio si se usan pastillas de cloro con moderación. Si utiliza demasiadas se corre el riesgo de bajar el pH por debajo de 7.2, lo que provoca que el agua se acidifique y comience a afectar los materiales de los que se compone el contenedor.
Un gran problema ocurre cuando el nivel de ácido en la piscina se reduce a alrededor de 30 ppm es que materiales como el yeso, el cemento o los metales se comenzarán a ablandar y erosionar. Un signo seguro de erosión son los residuos en los filtros de los contenedores que muestra que la alcalinidad del agua ha sido demasiado baja durante años.
Al utilizar pastillas de tricloro, lo mejor es la moderación, ya que en el caso en que estén agregando más pastillas de las necesarias, por ejemplo en caso de que el agua aún esté verde, muchas veces es porque se ha aumentado el nivel de ácido y ha alcanzado más de 100 ppm, lo que afecta la capacidad del cloro para desinfectar el agua. El ácido cianúrico es tan alto que evita que el cloro haga su trabajo, lo que termina por dejar agua turbia y verde, y en este caso la única forma de solucionarlo es drenar el agua.
La mejor manera de mantener desinfectada el agua de los contendores es usar una combinación de pastillas de cloro y cloro líquido o hipoclorito de sodio, más conocido como lejía. El mejor momento para usar las tabletas de dicloro es durante el verano, las de tricloro pueden ser usadas durante todo el año y la lejía también. Las tabletas de cloro liberan su contenido por varios días o semanas, ya que se disuelven en el agua lentamente para mantener el agua bajo control, pero después de un tiempo tienen que equilibrarlo con cloro líquido.
El cloro en forma de pastillas parece mucho más fácil de usar porque son más pequeñas y más fáciles de almacenar y transportar; por su parte la lejía líquida puede ser más complicada de usar, pero es mejor para los contenedores y mantiene el agua en equilibrio mucho más fácil. Si aún se preguntan si las tabletas de cloro son malas de usar, la respuesta es no: no lo son, pero no deberían ser la única fuente de cloro para mantener en buen estado el agua.
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